jueves, 13 de febrero de 2014

Poema que siempre escucho a mi papa; poema de su abuelo

Juramento

(A mi esposa)
Todo pasa en el mundo, todo dura
lo que dura una flor, un ave, un nido;
todo muere o se pierde en la oscura
y pavorosa noche del olvido.

Pero el amor inmenso y la ternura
en el que por ti, latido tras latido
arde mi corazón y han convertido
mi vida en una noche de dulzura
no pasarán jamás: podrán los años
rodar fugaces en veloz carrera
y apagar tus miradas y tus besos

Con un soplo mortal; los desengaños
exaltarán mi amor y, cuando muera.
¡aún en la tumba te amarán mis huesos!

Por Ismael Perez Pazmino