sábado, 24 de febrero de 2007

En cada caída

Experiencia para adultos. El otro día me caí al suelo. Terrible! Y me quede traumada. Me dolió y no me importo, grité. Y me acorde de cuando era niña, que me caía y la consecuencia obvia era llorar. De niños nos caemos tanto, que decimos simplemente…”otra vez”….” al menos en esta no me saque sangre”. Reflexioné que de adultos no nos caemos tanto. No nos caemos físicamente al suelo. Ya no jugamos en el patio ni nos hacen demasiada gracia los insectos. Ahora hacemos construcciones mentales, de relaciones, proyectos, actividades. Tenemos otras caídas. Cuando se nos derrumban esas construcciones de verdad que duele, cierto? Hemos inventado unos sana-sana-curita-de-rana, y existen tipos de curitas. Ahora cada cual busca su salida para recuperarse. Esta en nuestras manos como nos afecta, somos libres. Podemos hacer la recuperación de una caída como la catalizadora de algo bueno, o podemos echarnos al olvido, haciendo lo que no deberíamos
Detrás de cada caída se esconde una fortaleza. Detrás de cada falla existe siempre otra oportunidad. Deja que la energía que te jala para abajo, la proyectes hacia el cielo, y rompe los esquemas, y llega más allá de lo que hubieses llegado jamás.